Otra vez desde cero, se me van las fuerzas de apoco, yo mismo he cavado mi pozo, por qué me enseñaron. A estar solo y a extrañar la compañía? A hacerla imposible? Aún estoy aprendiendo a curarme el niño enfermo. Esta es la forma triste en que aprendí a autodestruirme.
Si por casualidad llegaste aquí, no tengas hijos. Te habla uno de tantos que tiene suerte en recordar lo feo que es vivir en un lugar donde no te quieren. Y tratar de luchar por convencerse a sí mismo de que esto no es así.
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