miércoles, 16 de mayo de 2012

El códice perdido de Keat Poetic D. X.


                  

Cuento de Londres (fragmento)


11/12/2009

Esta es la historia de un tipo que estaba loco y una chica linda que tenía un sueño: Regresar a Londres. Resulta que él desde que era niño siempre soñó que no era del lugar donde nació y pues eso le inquietaba porque siempre decía que él era de otro planeta o de un lugar con mucho frio, Plutón por ejemplo. En aquel entonces el niño no comprendía sus sueños solo sabía que no pertenecía a ese lugar.
Ya al paso del tiempo el niño se hizo un joven, aparente mente como cualquier otro, aunque siempre con una inquietud; no sabía por qué ni como solo sabía que no pertenecía e ese lugar, y pues llego un momento en el que su impaciencia por saber su identidad o mínimo su origen decidió viajar a alguna de esas ciudades donde todo es dinero y la vida es cara. A continuar con sus estudios él siempre tuvo suerte para atrapara al amor, pero no tenía contemplado que al llegar a ese lugar su suerte cambiaria de manera drástica

Mientras tanto una chica atravesaba sus años de infancia dentro de una extraña confusión que la mantenía callada y serena, al paso del tiempo, y su vida parecía normal pero siempre había un momento en el que ella no podía sacar sus pesadillas por que muy pocos comprendían lo que realmente sentía. En eso mientras cada uno continuaba con sus vidas aparentemente normales, por motivos desconocidos se toparon en un mismo lugar. Ella siempre soñó con ir a Londres y alejarse de su país dominado por la tiranía y no regresar nunca, estos dos chicos al conocerse; algo despertó su "internum pasat" y aunque no sabían exactamente por qué sentían eso uno del otro, simplemente solo un día establecieron una linda relación amistosa y desde entonces uno solo esperaba que el otro le diese como una señal para saber si se podían ver.

Y con los días transcurriendo como agua entre las manos cada día se acercaron tanto que un día se prometieron:
-Algún día nos veremos de nuevo en Londres, será como regresar a la tierra prometida donde el frio de las calles empapadas de soledad constipara nuestro lazo de amistad y volveremos a sonreír...-
Y así este pacto parecía no cumplirse pues Milo era pobre y no tenía un medio fácil para llegar a su destino, eran tiempos de crisis, dada su desesperación Milo decidió irse a otro lugar dentro del mismo país para abandonar sus sueños. Cuando Luna se entero de esto sus ojos marrones lanzaron un grito en forma de lagrima al vacio, destrozando así cualquier esperanza de volverse a ver. Ella molesta reclamo a Milo por su decisión tan tonta:

-¿Qué crees que estás haciendo? ¿Piensas darte por vencido así como así? ¿Y nuestra promesa que? ¿Solo eran palabras que el viento llevara solo en susurros?-
Milo reacciono en el momento y se puso a pensar en por qué habría decidido solo irse y terminar con toda esperanza de poder abandonar su país, y morir solitario como un campesino pobre en un lugar recóndito del que nadie sabía nada. Al darse cuenta de lo especial que se había convertido para ella adopto a Luna como una lucecilla que alumbraría su camino, al menos hasta que la promesa se cumpliese.
Y así pasaban los días con las dudas en la cabeza de cada uno, mientras tanto Luna seguía haciendo planes para su viaje, apenas saliera algo y partían hacia un sueño que parece ser solo en cuentos improvisados de un escritor traumado...
había una inquietud que se le calvo a Milo en la mente, de repente el comenzó a sentir que su amistad se hacía cada vez más cercana, pero él no sabía cómo decirle a Luna, su temor más grande era que ella lo juzgara mal y perdiera para siempre su amistad, y eso significaría un golpe demasiado fuerte para Milo, así anduvo los días y muchas horas de día pensando en qué forma comenzar a hablar del asunto sin que ella se enojara, pero todo parecía tener el mismo resultado y un día de tantos por fin se decidió a decir lo que sentía por ella y con el corazón en la mano, una soga al cuello y caminando descalzo por fin se atrevió a decirle a Luna sus sentimientos, y le escribió una carta donde le confesaba su sentir, y como amortiguador un presente que el sabia que para nada lo despreciaría. Así aventurado Milo, solo esperaba lo peor, y ya sin importarle mucho su destino él quería continuar con el sueño de Luna, que después de todo también era su sueño.

Pasaban las horas y Milo cada vez más desesperado por saber que le había parecido el presente, simplemente dijo:

-Oh, esta vez me retiro con las manos vacías y sin saber nada de ella solo quisiera que ella al menos se presentara, y sin importar su respuesta me sentiría honrado de nuevo con su presencia-


De repente como un milagro del cielo ella se aparece, y lo toma del brazo, para dar comienzo a una extensa charla, acerca del propósito de ese presente tan raro, ya después de rato ella lanzo una ideología que Milo le trozo parte de su esperanza y dio razón a lo que él llamaba una meta inalcanzable: 

"los amigos solo son amigos"

ese pensamiento tan firme en ese momento a Milo le sonó tan frio que solo sonrió y dejo atrás todo intento de querer conquistarla, sin embargo después de todo Milo no se fue tan solo pues aun contaba con su amistad, y eso es algo que no siempre se conserva aun después de pretender a alguien, y con la frente en alto solo le quedaba llorar en silencio e imaginar que nada de eso había pasado, sin importar cuánto doliera.
Con este hecho ahora su intención solo aspiraba a escuchar sus problemas, e intentar ayudarla aunque ella no quisiera...

Así pasaron los meses, hasta que ambos hallaron la forma de regresar a una tierra que jamás habían pisado, no física mente.
Ya en el viaje los ojos asombrados de Milo miraban los campos de algodones, y Milo se alucinaba como si estuviera bajo los efectos de alguna droga para perderse de la realidad, y con su ideología comenzó a escribir y escribir hasta que se le acabo el lápiz, después de eso una sonrisa dibujada en su rostro, solo esperaba el momento de llegar a Londres para brincar de emoción, y comenzar su vida nueva. Mientras que Luna consiguió viajar a Londres por un tiempo gracias a un empleo bien remunerado que consiguió con unos ingleses, y de ahí comenzó su gran sueño de vivir en tierras nuevas.

Pasaron los meses y ninguno sabia del otro, y como al principio de la historia, aunque después de un tiempo se reencontraron, Milo estaba como cantante en un bar local, mientras que ella en una discusión con su jefe salió de repente a el primer bar que encontrase cerca, y para suerte solo tomo lugar en la barra y pidió la primera copa, y mientras lentamente deslizaba su bebida escuchaba una canción que cantaba Milo y que era muy conocida por todos los ingleses: Across The Universe Lo raro de todo esto es que a ella le era muy familiar la voz, que ya la había escuchado antes pero su coraje era tanto que no podía recordar donde había escuchado esa voz. Entre recuerdos y corajes ella recordó que tenía un amigo que la escuchaba siempre, e intentaba disolver su tristeza mientras la hacía reír con sus comentarios tan sin sentido.
Milo!!  Era el nombre del cantante, y en ese justo momento la música había cesado, y el cantante se acerco a la barra a pedir el trago de cortesía, de un sorbo lo termino y camino sereno hacia la salida, y antes de salir Luna le pregunto al cantinero por el nombre de tipo que salió. El cantinero sonriente le respondió:

-ese chico se llama Keat o al menos así le conocemos por aquí, este chico llego de un lugar muy pobre y cautivo a la clientela con sus melodías, es muy sereno, y siempre esta fumando en la plaza del centro; componiendo una nueva tonada o simplemente observando al cielo como si alguien desde arriba le contara algo muy interesante-

Al oír esto Luna recordó a su viejo amigo Milo que siempre traía un cigarrillo en la bolsa o en una cajita de metal, y de inmediato corrió a buscarlo, saliendo del bar.
Keat estaba recargado alado de la puerta, y con un cigarrillo en la mano derecha y unos cerillos en la izquierda encendió su tan merecido cigarro, mientras Luna sigilosamente se acerco y le pregunto acerca de algo que podría decirle si ese joven era Milo o solo era una triste coincidencia producto de su profundo afecto por alguien de quien hace mucho que no sabe nada:

-¿Por qué estás aquí?-

En eso Keat se quita los anteojos oscuros, y respondió serena mente:

-por una promesa, alguna vez prometí que llegaría a este lugar para hacer una vida nueva, y reencontrarme con alguien-
Con 2 segundos de silencio Keat asombrado pero confundido le cuestionó: -¿por qué la pregunta?-

En eso Luna con una lágrima de alegría supo que ese músico solitario era su viejo amigo Milo después de unos años de no verse ninguno estaba seguro de quien era el otro. Y entre los nervios de corroborar su suposición, una pregunta simple pero atrevida pasaba por su mente, pero la detenía el miedo a equivocarse, y después de darle vueltas al asunto por fin se decidió, pero en ese momento Keat había partido.
Con la esperanza de encontrarlo de nuevo regreso al bar las siguientes 3 noches, pero no se volvieron a ver. Sin comprender se acerco al cantinero y discretamente pregunto: ¿por que ya no regreso el músico? El cantinero, con una mirada severa y triste le comento a Luna que el músico no se aparecería más por ahí.
Lo peor estaba por venir cuando casi murmurando le comento a Luna que por los rumores de quien le seguía, o había oído su música, solo pasaba una semana en cada bar que le quedaba de paso, y luego se iba, pues él se queda en un lugar cada mañana como esperando a alguien, y luego simplemente se va...
Repentina mente un sujeto con gabardina se le acerca a Luna, y pregunta: 

-¿Que tanto interés tiene usted por el músico?-

Luna sin saber que contestar solo le dijo que quería saber dónde podía encontrarlo. En eso el sujeto le ofreció información a cambio de un favor...
Aun con más miedo Luna pregunto ¿qué clase de favor? el sujeto le contesto entre murmurios:

-le ofrezco la información a cambio de que usted me responda lo siguiente: me gustaría escribir sobre usted, yo soy un biógrafo que ha seguido al músico desde que llego a Londres, pues su música tiene algo que me llama la atención y quiero escribir una biografía acerca del, eso incluye cualquier persona que se interese en el, solo eso le pido. ¿Me ayudaría?-

Y pues insegura ella solo movió la cabeza, y ahí comenzó una rama de la historia, el sujeto se presento y comenzaron las preguntas; ¿de dónde viene?,  ¿cómo es que se interesó en él?... entre muchas preguntas más. Después de un extenso interrogatorio al fin recibió información del músico, primero que nada que era un tipo muy extravagante, pues tenía gustos muy peculiares, desde su forma de vestir hasta la forma en la que canta sus historias
Y cada cosilla que el escritor contaba acerca del músico a ella le sonaba cada vez más familiar. Pasaron los días y ella sabia mas de el músico, pero ahora cada vez sentía más fuerte la necesidad de volverlo a ver, y el escritor ya tenía un mapa con trazos de las rutas que seguía, y los bares que había visitado, así como unas posibles nuevas rutas que predecían hacia donde iría el músico, y cada una de ellas era como si el escritor trazara un camino y el solo obedece rosando la ruta. Mientras ella seguía en su trabajo se reunía cada noche con el escritor en un parque donde el músico se aparecía de repente, así el escritor le informaba más y más acerca del misterioso cantante.  
Pero ella cada vez perdía poco a poco la paciencia de saber con exactitud la identidad Milo, su desesperación fue tal que sin pensarlo un día de tantos Luna le pregunto por el nombre del músico. El escritor con una sonrisa extraña, y una mirada melancólica contestó:

-yo soy un viejo amigo suyo, pero él no me recuerda

y terminó contándole la historia de cuando aun se hablaban pero eso no distraía a Luna de su objetivo ella solo quería saber su nombre, pero el sujeto solo la despistaba con comentarios sin sentido, o tramos de historias que tenían relación con el, hasta que Luna en su desesperada curiosidad un día robó su libreta de itinerarios par air a buscarlo y darle fin a su extenuante búsqueda.
Hecho esto casi al instante recibió un mensaje del sujeto pidiéndole que le regresara su libreta de inmediato. Después de un rato el escritor la encontró leyendo dicha libreta en uno de los parques que estaban marcados con la posibilidad de encontrar al músico. Exclamando, con tremenda cólera, exigió a Luna que devolviera la libreta. Ella molesta por tanto misterio le pregunto al escrito cual era su fascinación por un viejo amigo quien ni siquiera lo recuerda. Más calmado y después de un gran suspiro, camino hacia ella, se sentó en la banca y comenzó a relatarle que: escribía acerca de el por qué no era solo un amigo de la infancia, con melancolía confesó que su admiración se debía por que cuando se conocieron, las palabras revueltas en frases aparentemente sin sentido le daban una advertencia cada que estaba a punto de cometer un error, y así era siempre uno apoyaba al otro, hasta que por esas cosas del destino, sus caminos se separaron, primero solo se fue a un lugar lejano dentro del país, pero en poco tiempo simplemente desapareció sin dar muchos detalles de su destino, solo dijo que vendría a Londres.

-Me pase casi seis años en tratar de encontrarlo, pero jamás tuve éxito. Pero un día, ya harto, frustrado y sin dinero me rendí y quise partir de regreso a mi tierra natal, pero antes quería tomar un poco de olvidos en un típico Bar de Londres, y entonces-

Luna asombrada y encantada por la historia fue invadida por su curiosidad e insistió al escritor para que terminara de contar su relato.

-Escuche una linda melodía en español, que me parecía haber escuchado antes cantado por una sola persona-

-Milo, el músico solitario-

Al escuchar eso Luna se estremeció de alegría y de asombro, pues ya eran dos personas en común buscando a alguien perdido en un lugar desconocido.

-ese día al terminar su pequeño concierto, fui a saludarlo, pero el solo me miro con una expresión de confusión, mencione muchas cosas de las que estaba seguro que recordaría pero parecía confundirlo mas y mas, y me dijo que no me recordaba y que tal vez lo estaba confundiendo con alguien más. Así que desde esa noche le persigo tratando de armar una historia para que el recuerde todo lo que olvido con el tiempo. Por eso no quiero que reveles el contenido de esa libreta, por que de ser así echarías a perder diez años de mi vida tratando de reencontrarme con mi viejo amigo-

Pero a Luna no le importo, no al menos durante los primeros 2 idas, pues le pareció egoísta haber tenido que recurrir a esas medidas para saber la verdad.

-Estoy muy apenado por todo esto Luna, no quiero que pienses que no te lo iba a decir, es solo que pues increíblemente le he dedicado una cuarta parte de mi vida a esta búsqueda y me sentiría muy mal si de pronto todo por lo que me he esforzado y lo poco o mucho que he logrado desaparezca, ¿no lo crees?-

En eso ella responde como reclamando 

Pero es muy egoísta de tu parte ocultarme esos detalles, pues por si no lo recuerdas yo también lo estoy buscando-
 
-Pues sí, pero es más egoísta de tu parte arriesgar mi trabajo de hace diez años, todo por una fantasía tuya, además ¿Cómo es que estas segura de que te reconozca? Yo lo conozco de toda una vida y ni siquiera recuerda mi nombre-

Pensativa ella y en silencio regreso la libreta, mientras que con una profunda tristeza, le paso por el pensamiento la idea de tratar de seguir con su vida, pues el escritor tenía toda la boca llena de razón. ¿Cómo asegurar que Milo la reconozca?, bajó la cabeza y se quedo pensando un momento, después solo tomo su bolso, y se fue caminando sin un rumbo en particular, después recordó que cerca de ese parque había un viejo bar al que solo fue una vez cuando recién llego a Inglaterra. Entro y pidió un trago de whiskey para alivianarse un poco y entrar en calor. Y no sabía ni que pensar, las dudas y la inquietud jugaban una guerra de preguntas con pocas respuestas, en las que su esperanza de poder hablar con él; a pesar de lo sucedido jamás se rindió. Algo en ella aun quería seguir buscando, pero ¿Cómo?
Mientras el escritor reflexionaba sobre lo que le faltaba de su biografía, y pues hasta ese momento eran contadas las cosas que le hacían huecos en la historia. Aun no mencionaba a Luna.
Le pareció un poco duro el haber exigido su preciada libreta, aun que al mismo tiempo no podía abandonar la idea de que por muy duro que haya sido con ella, estaba en riesgo su arduo trabajo, a lo que llego a lo que podría ser un buen trato para con ella; dejarse de trivialidades y tratar de ayudarla a reencontrarse con él, para así tener una mejor historia que escribir, así ninguno de los dos perdería. Ahora solo faltaba hallar a luna y tratar de persuadirla para llevar a cabo su plan, y la búsqueda recomenzó. Con una vergüenza inmensa, y muchas otros sentimientos encontrados el escritor empezó a caminar, imaginando donde podría hallarla, al mismo tiempo que elaboraba un pequeño pero modesto discurso para no quedar más como un tarado. En fin, ahora cada uno anda en un lugar diferente y las posibilidades de reencontrarse son casi nulas, más no imposibles; Milo camina a ratos por el parque tratando de componer una nueva canción, y como no queriendo trata de entender por qué de buenas a primeras una chica le pregunta acerca del propósito de su estadía en esta tierra tan lejana de sus raíces. El escritor desconocido ha pausado su incesante tarea para tratar de darle un mejor final a su historia, aunque aun teme que dicho trabajo fracase, y trata de entender a Luna desde un punto de vista más sentimental. ¡Y es ahí! Cuando una simple pregunta revela un nuevo sendero por recorrer: ¿Por qué Luna ha venido a buscarlo? Entonces un poco más entusiasmado planea su próximo destino, y manda una carta a Luna para verla y proponerle un nuevo trato

A la mañana siguiente, el cartero tan puntual como siempre, soltó la carta dentro del buzón marcado con el número once mil seiscientos noventa y dos, de Abey Road, residencia actual de Luna. Con las prisas de siempre por el trabajo Luna salió a toda velocidad hacia el buzón, aunque sin prestar mucha atención solo se impresiono un poco pues aun no era fin de mes; que es cuando comienzan a atascarse los buzones con recibos de deudas al Departamento Nacional de Servicios, hipotecas, o una que otra carta enviada al azar con cupones de descuento para canjearlos en alguna cafetería de la plaza comercial. Recibir una carta antes de fin de mes era motivo para sorprenderse, pues eso solo puede significar que algo anormal ha ocurrido. Pero como el tiempo amenaza con devorarse al mundo, Luna solo la guardo en su Bolso y corrió hacia el primer taxi que se hallo en la calle para llegar lo antes posible a su trabajo y tomar con un poco de más calma el asunto de la carta.
Por fin después de un día normal de trabajo, unas cuantas molestias por el tráfico de todos los días en la mañana y en la tarde, es hora de relajarse un poco. Como era costumbre Luna visitaba un bar diferente para poder hacerse de alguno que le acoja con el ambiente británico al calor de unas copas. Su bebida favorita: Margarita en las rocas, de vez en cuando un cigarrillo para observar el crepúsculo caer en el lago
~Buen día señorita Luna, antes que nada quisiera pedirle una sincera disculpa por lo que ha pasado, no quise ser tan grosero con usted, solo le pido que comprenda la importancia de esto, así mismo quiero preguntar: ¿Qué le parece si me viene a visitar? Para continuar con mi trabajo y a cambio le ofrezco toda la información que poseo acerca de Milo para que no pase tanto tiempo (como yo) tratando de reencontrarse, le doy mi palabra.
Si usted acepta mi petición me sentiría muy honrado, de lo contrario igual mente le agradezco que se haya tomado la molestia de leer esta carta, al mismo tiempo que le ofrezco nuevamente mis disculpas, y le deseo de corazón que cumpla con su propósito.
Atte.
+J. Charles+ ~

martes, 15 de mayo de 2012

El misterio bajo sus letras



...y paso el tiempo, muchos años para que al fin alguien tuviese el valor de recitar las palabras que el tanto buscaba.

Los escritos en su libro tenían todos una razón de ser, algunas son las cosas que se vivían en aquel entonces, otras eran anécdotas que le sucedían a menudo, pero muchas de esas historias eran participes de su imaginación tan profunda que viajaba por el tiempo conociendo gente y lugares que físicamente jamás había visto.
       
        Un día, entre las publicaciones de sus escritos, un comentario llego desde muy lejos, mencionando algo muy curioso acerca del dichoso escrito publicado.

Y es que al parecer al fin habían descubierto las intenciones del poeta, que ocultaba un sentimiento que se podía vivir a través del tiempo sin importar la hora del día, ni la fecha en el calendario. Era como si las palabras en tu mente al sonar mientras lees, no fuesen de la que siempre se escucha cuando lees o escribes algo, esta vocecilla, se esconde tras los pensamientos del subconsciente, haciéndote imaginar que no lo estas leyendo, si no que lo estas viviendo, o recordando. Es esa magia escondida en los papeles que irónicamente hablan sin parar. Eso entre muchas otras cosas que ocultan el misterio bajo sus letras.

        Dicha publicación mencionaba finamente los recuerdos atrapados en cada párrafo, incluso los sentimientos dibujados en cada frase torcida, era como si al fin hubiesen descifrado un mapa viejo que nunca nadie antes había descrito con tan poco tiempo de poder leerlo. Muchos antes lo habían intentado, sin mucho éxito más que solo sentir la tristeza que se transmite a través de los libros de un escritor con sus buenos años caminados. Y hasta ahí se quedaron las experiencias vividas tras leer los escritos. Es extraño repetía una y otra vez el escritor, parece que al fin alguien pudo llegar a la sala común de mis castillos de papel, y es que tanto tiempo he esperado este momento que ya he dejado de preparar la sorpresa que le guardaba ala afortunada que pudiese descubrir el sendero a través de muro de letras...


++++-Keat Poetic D. X.-